Seguimos nuestro viaje sin perder de vista que estamos explicando todos estos conceptos a un nivel básico, de manera que os sintáis cómodos cuando leáis o habléis sobre estos temas y que a partir de aquí podéis profundizar todo lo que queráis.
Cada criptomoneda que tengas se almacena en una dirección que te pertenece. Para recibir monedas en esa dirección no hace falta nada. Pero para enviar son necesarias unas claves criptográficas que si son correctas autorizarán la transacción.
Hay distintas maneras de almacenar las criptomonedas, wallets, exchanges y cold wallets.
Se trata de un programa, generalmente una web acompañada de una app móvil, que gestiona tus direcciones y contraseñas de cada blockchain para almacenar, recibir o enviar criptomonedas.
Los wallets más conocidos son Metamask, Coinbase Wallet o trust, aunque hay muchísimos más.
Para autorizar las operaciones se te pedirá alguna contraseña porque las claves criptográficas están almacenadas en internet. No las tienes tú.
Son wallets a los que se les han añadido funcionalidades avanzadas como trading, depósitos (staking), participación en launch pools, farming, cripto juegos, …
Los más conocidos son crypto.com, Binance, bitmex, Coinbase, bitpanda aunque hay decenas y muchos más que se están creando debido a la alta demanda y al mercado creciente.
Es en los exchanges donde, entre otras opciones, se puede hacer trading de criptomonedas, en nuestro caso usamos Binance.
De nuevo, las claves criptográficas están guardadas en el servicio en el que tengas tus criptodivisas, por lo que para validar las operaciones te piden algunas verificaciones de seguridad. Pero tú no tienes tus claves privadas. Las guarda el servicio y, por tanto, pueden ser robadas.
El almacenamiento en frío hace referencia a las carteras cuyas llaves privadas están fuera de internet para mantenerlas a salvo de hackers.
Hay de tres tipos:
Son dispositivos de hardware que almacenan las claves privadas de la cartera en el propio dispositivo, por lo que para hacer operaciones con las criptomonedas hay que usar la llave criptográfica para autorizar transacciones o hacer firmas en dApps.
Las carteras de papel son una de las formas más sencillas y baratas de almacenar criptomonedas. En un trozo de papel que puedes imprimir tú mismo en el que se imprime un código QR con la clave pública y otro con la privada.
Cuando quieras enviar dinero a la cartera de papel solo tienes que mostrar a quien quieras la clave pública. Sin embargo, no se puede enviar dinero desde una cartera de papel directamente. Si no que hay que importar todo el balance en Coinbase, por ejemplo, usando la clave privada y ya desde ahí operar con él.
El hecho de no poder operar con este tipo de carteras directamente las hace ideales para usar como regalo. Creas una cartera. Imprimes los QR y se lo das a alguien. Esa persona podrá importar el saldo a su cartera, sea del tipo que sea.
Uno de los servicios más conocidos para crear carteras de papel que incluso ofrece diseños impresos como si se tratara de postales de felicitación es https://bitcoinpaperwallet.com
Son como las casas de cambio tradicionales para cambiar entre divisas de distintos países, pero además admiten compra/venta y cambio de criptodivisas. Aún no están extendidas, pero lo harán a medida que más gente entre en el mundo de las criptomonedas. Los exchanges como Binance hacen la misma función de manera online.
Recuerda que si estás interesado en entrar en el mundo de las criptomonedas te recomiendo hacerlo desde una de estas carteras:
Y si estás pensando en hacerte con una cartera fría te recomiendo la SafePal S1.