En la vida es fácil dejarse llevar por la vorágine del día a día y perder de vista nuestros objetivos y lo que realmente queremos conseguir. Sin embargo, es importante detenerse de vez en cuando para recapitular nuestra situación actual y reflexionar sobre que camino queremos seguir para alcanzar nuestros objetivos futuros. En este proceso es fundamental la oración cristiana y la confianza en Dios.
La vida moderna puede ser abrumadora. Hay tantas cosas que hacer, tantas responsabilidades por cumplir, que es fácil perderse en el camino. Nos levantamos temprano, vamos al trabajo, pasamos horas en el tráfico y luego nos preocupamos por nuestras obligaciones familiares y sociales. Y todo esto sin mencionar las preocupaciones del día a día, como pagar las facturas o cumplir con plazos importantes. Con tanto en la mente, no es sorprendente que a veces perdamos de vista lo que realmente importa.
Pero esto no es inevitable. Si queremos vivir una vida plena, es necesario detenernos de vez en cuando para reflexionar sobre nuestro propósito y objetivos. ¿Estamos haciendo lo que realmente queremos hacer? ¿Estamos en el camino correcto para alcanzar nuestras metas? ¿Estamos viviendo la vida que Dios quiere para nosotros?
La oración cristiana es una herramienta importante en este proceso de reflexión. Al comunicarnos con Dios, podemos pedir su ayuda y su guía. Podemos pedirle que nos dé la sabiduría y la claridad necesarias para entender nuestro propósito en la vida y lo que Él quiere que hagamos.
La oración también nos ayuda a recordar que no estamos solos en este camino. Dios está con nosotros, y su amor y cuidado siempre están presentes. Al confiar en Él, podemos estar seguros de que siempre nos llevará por el camino correcto y nos ayudará a alcanzar nuestras metas.
La oración y la confianza en Dios nos recuerdan la importancia de ser pacientes y perseverantes, de no rendirnos ante las dificultades que puedan surgir en nuestro camino y de confiar en que Dios nos dará las herramientas y la fuerza necesarias para superar cualquier obstáculo.
Es importante detenerse en la vida para reflexionar sobre nuestro propósito y objetivos. La oración cristiana y la confianza en Dios son herramientas cruciales en este proceso, ya que nos ayudan a pedir su guía y amor y a recordarnos que no estamos solos. Confía en Dios y sigue adelante en el camino que Él tiene para ti, porque con Él todo es posible.
La gran ventaja del cristiano es que no se siente solo en su meditación y oración porque el monólogo de una meditación atea se convierte en dialogo para nosotros y Dios en un cómplice y compañero de viaje.
Isabel Poyato Chacón
9 julio 2023Tan humano, tan generoso, tan solidario, tan leal y mucho más, solo se puede ser siendo un buen cristiano. Tú eres así.