En los últimos años, desde el estallido de la pandemia del COVID-19, el mundo, y especialmente España, ha experimentado un aumento alarmante de la polarización. Los políticos han sabido aprovecharse de este ambiente, alimentando el odio y las divisiones con el fin de ganar votos y mantenerse en el poder. Tanto la izquierda como la derecha han hecho uso de discursos extremistas que, en lugar de unir al pueblo, lo fragmentan aún más.
Esta estrategia no es nueva, pero se ha exacerbado. ¿Por qué? Porque es mucho más fácil movilizar a una base de votantes a través del miedo, la rabia o el resentimiento que por medio de la esperanza o el debate razonado. Las redes sociales, con su capacidad de amplificar discursos radicales, han sido el escenario perfecto para que estas tácticas prosperen. Los políticos, en lugar de cumplir con su deber de servir al pueblo, han preferido sembrar caos y aprovecharse del descontento.
Pero, ¿cómo podemos revertir esta tendencia?
Entiendo que cuesta mucho trabajo, yo soy el primero que, por temporadas entré en Twitter (X) y me despachó a gusto porque no puedo quedarme impasible ante las cosas que he leo y oigo. Pero tenemos que comprender que lejos de ayudar eso empeora todo.
En un mundo donde la polarización parece inevitable, es posible construir puentes en lugar de muros. Depende de nosotros reclamar un espacio de diálogo, comprensión y, sobre todo, de unión. Porque solo cuando aprendamos a vernos como parte de una misma comunidad, podremos superar las divisiones que tanto daño nos están causando.
En próximos artículos profundizaré en cuestiones como la detección de bulos y el análisis de las noticias en busca de aquello que no se dice expresamente pero que está ahí, lo que comúnmente se llama “leer entre líneas”.
josembilbao
5 octubre 2024Es bastante más antiguo que el COVID este fenómeno… Lo menos del primer gobierno Aznar, que fue quien empezó..
rafaelroa
5 octubre 2024Bueno, la idea es llamar a la unidad. Siempre habrá uno más atrás que empezó para alguien.