Venga, ¿quién no ha soñado alguna vez con dar un salto y aterrizar en un mundo completamente diferente? No hablo de esos viajes en avión de 14 horas a países exóticos. Hablo de un salto cuántico, de estar aquí y ahora en un mundo que, aunque no puedes tocar, puedes ver, oír y casi oler. Entra en escena la Realidad Virtual (VR), la Realidad Aumentada (AR) y la Realidad Mixta (MR). ¿Confundido con todas estas siglas? No te preocupes, vamos a desentrañar este lío.
Empecemos con la Realidad Aumentada (AR). Esta tecnología tiene un rollo muy chulo: superpone información digital, como imágenes, sonidos y textos, en nuestro entorno físico. A diferencia de la VR, que nos mete de cabeza en un mundo digital, la AR nos permite tener un pie en cada mundo. Interactuamos con la información digital mientras mantenemos contacto con nuestro querido mundo físico. ¿Recuerdas ese juego que causó furor, «Pokémon Go»? Ahí tienes un ejemplo de AR, cazando criaturas digitales en pleno parque de tu ciudad. Pero ojo, que la AR no es solo cosa de juegos. La medicina, la educación, la arquitectura… todos ellos están descubriendo las maravillas de esta tecnología.
Ahora, pasemos a la Realidad Virtual (VR). Esta es la experiencia total, el salto cuántico del que hablaba. Con un casco VR, te sumerges en un mundo completamente digital. Todo lo que ves y oyes es generado por un ordenador. Te aíslas del mundo físico y te adentras en un mundo nuevo, ya sea una simulación realista de la realidad o un mundo fantástico sacado de una película de ciencia ficción. Ya no estás en tu salón, estás en la cima del Everest, en la superficie de Marte o en medio de una batalla espacial.
Por último, pero no menos importante, tenemos la Realidad Mixta (MR). Esta tecnología toma lo mejor de la AR y la VR para crear experiencias híbridas. En la MR, puedes interactuar con objetos digitales como si fueran parte de tu entorno físico. Piensa en un arquitecto que pueda «mover» las paredes de un edificio en construcción, o en un médico que pueda «explorar» un modelo 3D de un corazón humano. La MR es como tener superpoderes digitales en el mundo real.
Y hasta aquí nuestra incursión por estas tres realidades que están cambiando la forma en que interactuamos con la tecnología y, por ende, con el mundo. No se trata de cuál de ellas es mejor, sino de cómo cada una puede enriquecer nuestra vida y trabajo.
Así que la próxima vez que te pongas unas gafas de VR o juegues con una app de AR en tu móvil, piensa en las infinitas posibilidades que estas tecnologías te ofrecen. ¡Estamos solo en los albores de lo que AR, VR y MR pueden hacer!
Ahora, en el mundo de los negocios, estas tecnologías no son solo chucherías bonitas, son herramientas con un potencial increíble. Imagina la formación en el trabajo a través de VR, donde puedes simular situaciones que serían demasiado peligrosas o costosas en el mundo real. O la AR en el comercio minorista, donde puedes «probar» la ropa o los muebles en tu casa antes de comprarlos. Y no olvidemos la MR en el diseño y la fabricación, donde puedes trabajar con modelos 3D de productos antes de que se fabriquen.
Sin ir más lejos, en mi estudio de arquitectura tenemos unas Oculus desde que salieron, se conectan al modelo digital del proyecto y podemos revisarlo en tiempo real. Como si estuviera construido o estuviera construyéndose. Podemos corregir errores que no podríamos ver hasta no estar en la obra, dónde un error cuesta mucho más dinero.
Por supuesto, lo más obvio, es que el cliente puede ver su proyecto terminado antes de dar por bueno el diseño final, por tanto, se llevará menos sorpresas y podrá solicitar cambios cuando solo cuesta tiempo, no tiempo y obra.
Pero no todo es color de rosa en este mundo de realidades digitales. También hay desafíos que enfrentar, desde la ciberseguridad hasta los problemas de salud y privacidad. Y por supuesto, hay la cuestión de la brecha digital: no todo el mundo tiene acceso a estas tecnologías de vanguardia.
Pero déjame decirte algo. Cada revolución tecnológica ha venido con su propio conjunto de desafíos. Y cada vez, hemos encontrado la manera de superarlos y aprovechar al máximo las nuevas tecnologías. Así que no veo ninguna razón para que esta vez sea diferente.
Estamos en un momento emocionante en el que la línea entre el mundo físico y el digital se está volviendo cada vez más borrosa. AR, VR y MR son más que meras siglas o modas pasajeras. Son las herramientas que nos ayudarán a explorar, a entender y a transformar nuestro mundo de formas que apenas podemos imaginar.
Meta lleva mucho tiempo con sus Oculus, que si bien no han sido un éxito de masas, sí que se mantienen en el mercado, sobre todo en el ámbito de los videojuegos y profesional como el nuestro. Pero Apple lleva unos días creando una gran expectación peligrosa en torno a sus gafas de realidad mixta.
Si las previsiones se cumplen, las tecnologías de realidad aumentada, mixta y virtual junto a los desarrollos en inteligencia artificial pueden marcar como será nuestra vida a partir de ahora.